La Red Solidaria Copello consiguió un alimento multivitamÃnico, que es bastante oneroso para un abuelo con cáncer de lengua, quien está con un severo cuadro de desnutrición.
Estamos encargándonos de retirar el alimento bebible del Hospital de San Isidro para  luego acercarlo a un  Convento en San Fernando, donde vive la médica que los atiende los sábados,  dichos lugares están en zonas seguras.-
La gestión es simple, no requiere de tiempo de espera en dichas lugares, solo es retirar desde el hospital y alcanzar al convento en San Fernando, aproximadamente 30 cuadras entre un lugar y otro.
Nos estamos rotando para dicha tarea que se hace en forma semanal, quien pueda colaborar  estamos elaborando una lista para esta acción solidaria.-
Comunicate con nosotros. Â MuchÃsimas Gracias!!!!
Red Solidaria Copello
…Ayudanos a ayudar…
Pastoral (Secundario): Â Lunes de 19 a 20 hs
4501-0427/4502-9872 Â int 227
Seminario Internacional “Aprendizaje y Servicio Solidario”
Se realizan anualmente desde 1997 y están destinados a ofrecer capacitación, propiciar el intercambio de ideas y experiencias educativas solidarias y generar espacios de cooperación entre escuelas, universidades y organizaciones de la sociedad civil del paÃs y Latinoamérica.
XII Seminario Internacional “Aprendizaje y Servicio Solidario”
El XII Seminario se realizará los dÃas 20 y 21 de agosto de 2009 en el Salón de Actos de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires, Av. Figueroa Alcorta 2263, Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Expondrán destacados especialistas de Argentina, América Latina, Europa y Estados Unidos, y se desarrollarán sesiones simultáneas orientadas
respectivamente a escuelas, Institutos de Formación Docente, Universidades y organizaciones sociales.
En el marco del 12º Seminario se presentarán las experiencias distinguidas con el Premio Presidencial “Escuelas Solidarias” 2009.
Objetivos:
Ofrecer un espacio de capacitación en la metodologÃa del aprendizaje-servicio a educadores y lÃderes comunitarios, para optimizar el desarrollo de experiencias educativas solidarias.
Propiciar el intercambio de ideas y experiencias educativas solidarias entre escuelas y Universidades de Argentina, MERCOSUR y Latinoamérica.
Generar espacios de cooperación entre escuelas, Universidades y organizaciones de la comunidad.
Generosidad en la sangre
Por Sergio Sinay (Publicado 25/07/2010 en La Nación)
Señor Sinay: Argentina fue elegida como sede de la celebración del DÃa Mundial del Donante de Sangre en 2011. Este evento internacional, que se realiza cada 14 de junio, por primera vez ocurrirá en América Latina. Hace falta que el 3 al 5% de la población esté dispuesto y en condiciones de donar por lo menos una vez al año para abastecer la demanda de hemocomponentes. Estamos muy lejos de esta cifra, ya que la inmensa mayorÃa de nuestros donantes concurren por un pedido puntual, en general de amigos o parientes del paciente que lo necesita. Seguramente habrá explicaciones de por qué una persona está dispuesta a donar sin recibir a cambio más que la satisfacción personal o la consideración de la comunidad. Un cambio cultural se hace a través de las personas, y éstas tienen que comprender la necesidad y actuar en consecuencia. Más allá de las consideraciones referentes al carácter de irreemplazable de la sangre, ya que no se puede fabricar, y de su importancia para salvar vidas, ¿qué moverÃa a las personas a actuar en forma altruista?
Dr. Roberto Jorge Fernandez, Director Medico del Centro Regional de Hemoterapia, Fundacion Hemocentro Buenos Aires
Médicos y enfermeros del Hospital de Stanford, en Estados Unidos, suelen recordar el caso de una nena de nombre Liz, que padecÃa una enfermedad extraña a la que sólo podrÃa sobrevivir si recibÃa sangre de su hermano menor, de cinco años, que habÃa superado el mismo mal y habÃa desarrollado anticuerpos. Con sencillez, le explicaron al chico la situación y le preguntaron si estaba dispuesto. Dijo que, si eso salvaba a su hermana, lo harÃa. Durante la transfusión estaban en camas paralelas. Cuando el niño vio que la cara de Liz tomaba color, preguntó: “¿En qué momento moriré?” HabÃa imaginado que Liz recibirÃa toda su sangre y que él le donaba, en realidad, su propia vida.
Este hecho, rescatado por Jaume Soler y Mercé Conangla, padres de la ecologÃa emocional (en el libro del mismo nombre), atañe a la generosidad, que el filósofo francés André Comte-Sponville considera como la virtud del don. Cuando uno da lo que necesitan aquellos a quienes conoce o ama, o con quienes comparte parentesco, nacionalidad, ideologÃa, profesión o demás atributos, uno es solidario, señala Comte-Sponville. La solidaridad puede, incluso, imponerse a través de impuestos, de contratos, de campañas, de festivales, o puede ser guiada por conveniencias (mantener una amistad, una sociedad, una apariencia, una imagen). La generosidad es diferente. Bajo su influjo se actúa en beneficio de alguien aun sin compartir nada con él, se le hace un bien aun cuando eso pueda debilitarnos, se da (como dice un viejo proverbio árabe) antes de que se nos pida y, finalmente, se lo hace incluso sin que nadie se entere y sin ningún fin ulterior (como escuchar a un cantante, ver futbolistas, obtener puntajes o descuentos). El hermano de Liz brindaba (según él creÃa) su vida, algo que él mismo necesitaba. Ese es el meollo de la generosidad: el otro, el prójimo. En este punto se toca con el altruismo, término creado por Augusto Comte (1798-1857), filósofo y padre de la sociologÃa. Comte sostenÃa que los únicos actos morales son aquellos que tienen como fin el bien del otro.
Una campaña como la del DÃa Mundial del Donante de Sangre, que menciona nuestro amigo Roberto, será muy necesaria como activadora de la solidaridad, pero, si sólo queda en eso, el efecto puede apagarse cuando esa misma campaña se cierre. Distinto será si despierta la generosidad. Cuando ésta se instala, luego no necesita campañas. No hay llamados a la generosidad, como los hay a la solidaridad. Tampoco al amor, sostén de la generosidad. La donación de sangre no requiere de facultades especiales; es un acto que va más allá de condiciones sociales, económicas y culturales; es una manera real, efectiva, accesible y activa de recordar que somos parte de un todo. DeberÃa ser una muestra habitual de generosidad. La sangre es un sÃmbolo, algo que nos es común, que todos compartimos, que circula sin barreras idiomáticas, religiosas, nacionales. Cuando la donamos, sin preguntar a quién, por qué, para qué, donamos, simplemente, humanidad. No hay premios por eso, no debe haberlos. “Cuando uno es generoso con la intención de recibir algo a cambio o de obtener una buena reputación o de ser aceptado, entonces no está actuando como un ser iluminado”, dice el Dalai Lama. Y sugiere que, acaso, la famosa iluminación no es algo misterioso ni esotérico, que quizá sea sólo una manifestación de la generosidad